¿Todavía tienes plazas por cubrir en tu hotel madrileño? Pues será porque no has tentando a tus clientes con las razones adecuadas, porque esta Navidad Madrid 2021 se presenta más atrayente que nunca.
Te mostramos todos los motivos de peso que puedes esgrimir para que conseguir que desaparezcan tus últimas plazas antes de que comiencen las fiestas navideñas. Contacta con tus clientes históricos… y prueba a sugerirles todo lo que les espera.
1-Madrid, la ciudad más bonita en Navidad
No lo decimos nosotros, sino el ranking del European Best Destinations, que ha aupado a Madrid –junto a Málaga- al pódium de las 20 ciudades más bonitas de Europa en Navidad.
El portal ha destacado su iluminación o sus mercados navideños como razones de peso: el de Diseño, la Feria de Dulces, el Mercadillo del Gato o el famosísimo de la Plaza Mayor, que también ha resultado elegido como mercadillo más bonito de toda España.
Este año los turistas encontrarán mayores motivos, si cabe: se ha anunciado nuevo alumbrado en Preciados, Montera, Gran Vía o Jorge Juan.
En toda la ciudad habrá 6.700 cadenetas luminosas (unos 147 kilómetros), 118 cerezos y 13 grandes abetos luminosos.
2-La capital de los niños
La Fábrica de los Reyes Magos es una cita original para las familias que se alojan en tu hotel, pero también puedes sugerirles un paseo a bordo de un Tuk Tuk para ver las luces de Navidad, acercarse a Cortylandia, visitar la Casa del Ratoncito Pérez o, por supuesto, contemplar la mágica Cabalgata de los Reyes Magos.
«Los belenes madrileños asombran al visitante por su nivel de detalle y espectacularidad general. Desde los más clásicos -como el del Palacio Real, a los que recogen nuestra hermandad con Hispanoamérica, del Museo de América»
3-Cientos de belenes
En Navidad se pueden visitar en Madrid cientos de belenes. Los más famosos son los de la Casa de Correos o el Palacio de Cibeles, pero también merece la pena el de la Plaza de la Villa, el del Convento de las Carboneras, el del Palacio Real, el de la Basílica de San Miguel (dentro de la capilla de la Asunción), el de la Catedral de la Almudena, o el del Monasterio de las Descalzas Reales.
Pero hay más, muchos más. Puedes recomendar sin miedo el del Museo de Historia de Madrid o el Museo de América, que acoge un impresionante conjunto de belenes americanos o el Real Monasterio de Santa Isabel.
Y no exageramos si decimos que casi en cada iglesia madrileña (además de en cada mercado, centro comercial o comercio) se pueden encontrar verdaderos tesoros belenísticos.
«Los belenes madrileños asombran al visitante por su nivel de detalle y espectacularidad general. Desde los más clásicos -como el del Palacio Real, a los que recogen nuestra hermandad con Hispanoamérica, del Museo de América»
4-Las chocolaterías… ¡y los churros!
Las zonas aledañas a la Puerta del Sol, el barrio de las Letras, todo Chamberí y buena parte del Barrio de Salamanca está lleno de chocolaterías con encanto que puedes recomendar.
Los años pasan (incluso los siglos, muchos de esas churrerías ya aparecen en grandes obras de nuestra literatura), pero la fórmula de chocolate calentito y los churros recién hechos sigue encantando a los viajeros.
De hecho, muchos hoteles madrileños están empleando como gancho esa merienda tan española para retener a sus clientes dentro del establecimiento.
«No falla: el visitante madrileño adora la fórmula chocolate y churros. No dudes en ofrecerla en tu hotel para dar ambiente a las tardes»
5-Spas y otros lugares para entrar en calor
A algunos clientes extranjeros la Navidad en Madrid pilla de sorpresa por las bajas temperaturas reinantes.
Por eso agradecerán enormemente un spa, sauna y/o piscina climatizada en el hotel.
Nada mejor que pasar la tarde curioseando por la ciudad como un auténtico gato y rematar la jornada en un ambiente “tropical”.
6-Cócteles con sabor navideño
La temática navideña debe extenderse hasta la coctelería o bar del hotel.
Todo debe estar empapado del romántico y dulce sabor de la Navidad, desde los sabores (jengibre, canela, cítricos como el limón o la naranja…) hasta los colores: rojos, verdes, plateados.
Reta a tu barman a crear el mejor cóctel navideño de Madrid.
7-Las campanadas
Nuestras queridas campanadas de la Puerta del Sol son únicas, por eso procura que tu cliente viva esta experiencia tan española (y tan madrileña) de forma memorable. ¡Debe recordarlo siempre! Habilita la azotea o las mejores salas de tu hotel, dispón pantallas gigantes y sonido envolvente ¡y a despedir el año!
8-Madrid… y mucho más
Cualquiera que viva en Madrid lo sabe: la ciudad se extiende mucho más allá de su territorio urbano y los propios madrileños no tienen pereza en coger el coche y visitar en Navidad los jardines de Aranjuez o el precioso y muy original belén de San Lorenzo del Escorial, que ocupa gran parte del núcleo urbano con figuras de tamaño natural.
Buitrago de Lozoya, con su ambiente medieval, Manzanares del Real, con su castillo de cuento, o Navacerrada –que en Navidad parece una aldea sacada de los cuentos de los Hermanos Grimm- son sólo algunos ejemplos de localidades madrileñas que merecen una visita.
«Algunos pueblecitos madrileños, como Navacerrada o San Lorenzo de El Escorial, parecen sacados de un cuento de hadas en Navidad»
9-Vuelven las cenas de gala en los hoteles
Los clientes tienen ganas de olvidar la tensión de los últimos meses de pandemia.
Y la hostelería de lujo debe recoger esa demanda.
Madrid siempre ha presumido de ser una ciudad divertida, elegante y nocturna.
¡Recojamos ese espíritu y revitalicemos como nunca las grandes cenas y fiestas de gala de Navidad!
«Organiza fiestas con verdadero glamour y verás cómo los pases se agotan en minutos»
10-Madrid, el Broadway europeo
Madrid está muy dispuesta a luchar por ese título. Y tiene posibilidades de sobra para hacerse con él. Hay musicales en cartel hay para todos los gustos: roqueros, infantiles, románticos, divertidos, irreverentes…
Pero también hay excelentes piezas teatrales, ballets, cafés-teatro… dentro de una variadísima oferta. No dudes en animar a tus clientes a adentrarse en ella. ¡El Madrid cultural crea adicción!
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